Ahora el hombre se está volviendo más corrupto, pagano, malvado y cruel
El hombre desalmado se quedó callado, las palabras de María sonaban tan verdaderas
Un castigo peor que el diluvio, difundan la palabra, ya todo terminó.
No mates al mensajero
Como si no hubiéramos nadado lo suficiente en esta vida de miseria
Anuncia tu profecía, ilumínanos
Siente pena por la oportunidad de sobrevivir que tiene la humanidad
Tragamos mentiras y nadamos en nuestras propias lágrimas
Una puñalada en la oscuridad pero que hirió nuestra voluntad
Mañana no estaremos aquí, aférrate a mí por última vez
Hemos llegado a los números seiscientos sesenta y seis
La guerra se desata, una señal del fin, eternamente expulsada
Miren al cielo en busca de conocimiento, las estrellas se alinean esta noche
El eclipse y el cielo caerán
Ahora sé que lo he visto todo en mi vida de miseria
Anuncia tu profecía, ilumínanos
Siente pena por la oportunidad de sobrevivir que tiene la humanidad
Tragamos mentiras y nadamos en nuestras propias lágrimas
Una puñalada en la oscuridad pero que hirió nuestra voluntad
Desempolva la manzana, saborea cada bocado
Y en el fondo sabes que Adán tenía razón
Lujuria y poder, indulgencia, sin temor
Abandonado con sus pecados, ¿cómo termina esto?
Mañana no estaremos aquí, aférrate a mí por última vez
Mientras los profetas arrojaban luz sobre lo que vendría, las multitudes se reunían
Su tiempo es valioso, explicaron, no hay tiempo para preocuparse, el mesías está por venir
No te duermas esta noche, cariño, sostenme en tus brazos
Estos serán nuestros últimos días y no puedo dejarlos ir
Los muros se derrumban, las iglesias se queman, las mujeres son destrozadas, los niños lloran
La carne se está desgarrando, algunos siguen luchando
En este mundo de miseria
Anuncia tu profecía, ilumínanos
Siente pena por la oportunidad de sobrevivir que tiene la humanidad
Tragamos mentiras y nadamos en nuestras propias lágrimas
Una puñalada en la oscuridad pero que hirió nuestra voluntad
Desempolva la manzana, saborea cada bocado
Y en el fondo sabes que Adán tenía razón
Lujuria y poder, indulgencia, sin temor
Abandonado con sus pecados, ¿cómo termina esto?
Mañana no estaremos aquí, aférrate a mí por última vez