Puertas de muchas como puertas de poco
te conduce al revés, alrededor y a través de ellas.
El pasado olvidado, ahora es como nuevo,
una línea separa la verdad y lo falso
a solo este cuarto.
Y no importa que atrapados estemos, el demonio lo conocemos;
las excepciones que hacemos nunca serán mostradas
al resto del mundo, todo lo que tocamos se convierte en oro,
por un momento, nos detenemos...
Pero tan pronto que haya una luna llena
nos pinta las caras,
no sabes cómo cambiara el cielo,
hay un eclipse lunar
y no podemos mirar para otro lado,
es como un caro estrellado; quemándose a la orilla del mundo.
En la tormenta serena y gris,
que nos conduce al revés y se va a la deriva,
pronto se detendrá y ojala se quede
la luz que define la noche y el día
y así es como rezamos.
Y no importa que atrapados estemos, el demonio lo conocemos;
las excepciones que hacemos nunca serán mostradas
al resto del mundo, todo lo que tocamos se convierte en oro,
por un momento, nos detenemos...
Pero tan pronto que haya una luna llena
nos pinta las caras,
no sabes cómo cambiara el cielo,
hay un eclipse lunar
y no podemos mirar para otro lado,
es como un caro estrellado; quemándose a la orilla del mundo.
Pero tan pronto que haya una luna llena
nos pinta las caras,
no sabes cómo cambiara el cielo,
hay un eclipse lunar
y no podemos mirar para otro lado,
es como un caro estrellado; quemándose a la orilla del mundo.