El hombre de los mil rostros
Se sienta a la mesa
Come un terrón de azúcar
Y sonríe a la luna como si le conociera
Y comienza su tranquila ascensión
Sin la severa instrucción de alguien mas
A un lugar donde ninguna religión
Ha encontrado un camino o semejanza
Sus palabras son silenciosas como las manchas
Sobre un mantel de mesa lavado en el rio
Manchas que tratan de encubrirse una a otra
O al menos fundirse con el diseño
Bueno es mejor que perfecto
Talla hasta que tus dedos sangren
Y lloro por cosas que dije a otros que hicieran sin llorar
El solía ir a sus librerías favoritas
Y arrancar sus páginas favoritas
Y guardarles en su bolsillo
Y la luna para él, era una extraña
Ahora se sienta a la mesa
Justo junto a la ventana
Y comienza su tranquila ascensión
Sin la severa instrucción de alguien mas
A un lugar donde ninguna religión
Ha encontrado un camino o semejanza
Y come un terrón de azúcar
Y sonríe a la luna como si le conociera