Hay una casa en la Ciudad del Pecado
A la que llaman el Sol Naciente
Y ha sido la ruina de muchos chicos pobres
Y, Dios, sé que soy uno de ellos
Mi madre era sastre
Me cosió los tejanos azules nuevos
Mi padre era un hombre de apuestas
Allí abajo, en la Ciudad del Pecado
Bien, pues lo único que necesita un hombre de apuestas
Es un maletín y un baúl
Y el único momento en que está satisfecho
Es cuando va borracho
Bueno, tengo un pie en el andén
El otro en el tren
Vuelvo a la Ciudad del Pecado
A ponerme esos grilletes
Bueno, madre, dile a tus hijos
Que nunca hagan lo que he hecho yo
Gastad vuestras vidas en pecado y miseria
En la casa del Sol Naciente
En la casa del Sol Naciente
Bueno, hay una casa en la Ciudad del Pecado
A la que llaman el Sol Naciente
Y ha sido la ruina de muchos chicos pobres
Y, Dios, sé que soy uno de ellos