Pon tus manos en el volante,
deja que la edad de oro comience.
Deja la ventana abajo,
siente la luz de la luna en tu piel.
Que el viento del desierto
enfríe tu cabeza adolorida.
Deja que el peso del mundo,
se aleje.
Apenas consigo sobrellevar estos días,
ni siquiera lo intento.
Es un camino traicionero,
con una vista desolada.
Hay luces distantes,
pero son lejanas y pocas.
Y el sol no brilla,
ni siquiera de día.
Debes manejar toda la noche
sólo para sentir que estás bien.
Apenas consigo sobrellevar estos días,
ni siquiera lo intento.