Ahora, esta es una historia sobre cómo
Mi vida se puso patas arriba
Y me gustaría tomarme un minuto, siéntate ahí
Te diré cómo me convertí en el príncipe de una ciudad llamada Bel Air
En Filadelfia Oeste nací y crecí
En el patio de recreo es donde pasé la mayoría de mis días
Con tranquilidad, a tope, relajándome, todo guay
Y marcándome unas canastas fuera del colegio
Cuando un par de tíos que tramaban algo malo
Empezaron a dar problemas en mi barrio
Me metí en una peleilla y mi madre se asustó
Y dijo “te vas con tu tía y tío a Bel Air”
La rogué y supliqué día y noche
Pero hizo mis maletas y me puso de camino
Me dio un beso y entonces me dio un ticket
Me puse el walkman y dije, “puede que me haga a ello”
Primera clase, tío esto está mal
Bebiendo zumo de naranja en copa de champán
¿Así es como vive la gente de Bel Air?
Hmmm, puede que está bien
Pero espera, dicen que son unos repipis, burgueses y todo eso
¿Es este el tipo de sitio al que deberían de mandar a este tío tan guay?
No lo creo, ya veremos cuando esté allí
Espero que estén preparados para el príncipe de Bel Air
Bueno, el avión aterrizó y cuando salí
Había un pavo que tenía pinta de poli ahí de pie sujetando mi nombre
“No intento que me arresten aún; acabo de llegar”
Salté a la velocidad del rayo, desaparecí
Silbé a un taxi y cuando se acercó
La matrícula decía “nuevo” y tenía un dado en el retrovisor
Si hay algo que pueda decir es que ese taxi era raro
Pero pensé “Nah, olvídalo”- “eh colega, a Bel Air”
Paramos en la casa sobre las 7 o las 8
Y le grité al taxista “venga amigo, nos olemos”
Miré a mi reino, por fin estaba allí
Para sentarme en mi trono como el Príncipe de Bel Air