La primera vez que vi tu rostro
creí que el sol ascendía en tus ojos
y la luna y las estrellas fueron los regalos que obsequiaste
a los negros e infinitos cielos, mi amor.
Y la primera vez que besé tu boca
sentí a la Tierra moverse en mi mano
como el corazón estremecido de un pájaro en cautiverio
que estaba allí a mi disposición, mi amor.
Y la primera vez que me acosté contigo
sentí a tu corazón tan cercano al mio
y supe que nuestra alegría llenaría la Tierra
y duraría hasta el fin de los tiempos.
La primera vez que vi tu rostro
tu rostro.