Tarde, en la noche, mis zapatos están puestos,
en un restaurante, son las dos de la mañana,
y me pregunto qué haré esta noche.
Una taza de café y un cigarrillo más,
el reloj de arriba dice que son las 2:04,
y los búhos nocturnos tienen historias que contar.
Los padres de la chica con cabello corto ya no hablarán con ella nunca,
dicen que es una lesbiana impía, dicen que es una puta. (Oh, bueno).
Pido una rosca, con mantequilla y todo,
pienso para mí mismo, mientras miro la pared,
matando tiempo, contando el cambio en mi mano.
Un hombre oscuro se sienta a mi derecha,
las sombras impiden que la luz llegue a sus ojos,
toma su café, tan negro como su piel.
Y el hombre con el paquete y el sobrero negro se sienta hasta atrás,
sus ojos blancos brillan como un incendio luminoso.
Oh, y llega un hombre gordo con muy poco cabello,
su esposa le es infiel, pero no le importa,
mientras pueda abrazarla fuerte en la noche.
Sí, y la mesera, Julie, es una poeta ahora,
escribe sus historias en una toalla de papel
para publicarlas algún día, ella dice que podría.
Y el hombre en el fondo toca su sombrero, se levanta y sonríe.
Lo primero que dice en toda la noche es "Que comience el espectáculo".
Julie quiere divertirse un poco, así que toma el cuchillo para mantequilla y corta
sus dedos, uno por uno,
pero tiene un problema cuando quiere empezar con la otra mano.
Sí, y el hombre gordo desviste a la puta, ella llora para sí misma y defeca en el piso.
Creo que ya no quiero el resto de mi rosca.
El hombre gordo empieza a decir que quiere matar a su esposa
mientras la lesbiana corta su lengua con un cuchillo dentado.
Y los dos comienzan a hacer el amor apasionadamente,
y el hombre ciego dice que ya ha visto demasiado,
así que toma el cuchillo de Julie de su mano derecha,
y se apuñala los ojos, de acuerdo al plan,
y el hombre en el fondo sólo ríe y sonríe,
y la sangre comienza a llenar el piso de linóleo,
y el hombre gordo comienza a comerse la carne de la puta.
Sí, el ambiente es un poco distinto que hace un minuto.
Tomo el último cigarrillo en el paquete,
camino y me siento junto al hombre de atrás,
y le pregunto por qué. Toca su sombrero y sonríe.