No me des amor, no me des fe
Ni sabiduría ni orgullo, dame inocencia en vez de esos
No me des amor, ya he tenido bastante
Ni belleza ni paz, dame la verdad en vez de esos
Un cuervo voló hacia mí, mantuvo las distancias
Una criatura tan orgullosa
Vi su alma, envidié su orgullo
Pero no necesité nada de lo que tenía
Una lechuza vino a mí, vieja y sabia
Penetró justo a través de mi juventud
Aprendí sus maneras, envidié su sensatez
Pero no necesité nada de lo que tenía
No me des amor, no me des fe
Ni sabiduría ni orgullo, dame inocencia en vez de esos
No me des amor, ya he tenido bastante
Ni belleza ni paz, dame la verdad en vez de esos
Una paloma vino a mí, no tenía miedo
Descansó sobre mi brazo
Toqué su calma, envidié su amor
Pero no necesité nada de lo que tenía
Un cisne blanco vino a mí
El lago reflejó su belleza tan dulce
Besé su cuello, adoré su elegancia
Pero no necesité nada de lo que tenía
Ve al río
Llegarás al país de las hadas1
No me des amor, no me des fe
Ni sabiduría ni orgullo, dame inocencia en vez de esos
No me des amor, ya he tenido bastante
Ni belleza ni paz, dame la verdad en vez de esos
1. Según Tuomas Holopainen, se supone que estas dos líneas son de un sortilegio secreto, un ritual antiguo por la regeneración y purificación del agua. Sin embargo, parece que es un dialecto de Cumbria, región del norte de Gran Bretaña, y hay una traducción.