El que nos sintamos tan anestesiados,
en nuestra zona de confort,
me recuerdo a la segunda vez
que te seguí a casa.
Se nos están acabando las coartadas
para el dos de mayo,
me recuerda al verano
en este día de invierno.
Nos vemos en el amargo final,
nos vemos en el amargo final.
Cada paso sincronizado que damos,
cada hueso roto,
me recuerda a la segunda vez
que te seguí a casa.
Me bañaste de canciones de cuna
mientras te alejabas,
me recuerda que es hora de matar
en este día aciago.
Nos vemos en el amargo final,
nos vemos en el amargo final,
nos vemos en el amargo final,
nos vemos en el amargo final.
Desde la vez que nos interceptamos
se sintió como algo muy parecido al suicidio,
lenta y tristemente creciendo en nuestro interior,
despierta y ve que eres mía.
Nos vemos en el amargo final.
El amor ha visto cómo vas de un lado para otro
¿Ahora quién quiere buscarte?
Quiero paz,
o lloriquearé.
Nos vemos en el amargo final.
El amor ha alcanzado su costado,
agarra esta amabilidad en el interior.
Escucha un grito,
dos metros bajo tierra
en seis semanas
el desastre que dejaste
terminará.
Nos vemos en el amargo final.