Me empequeñece la altura
y no lo puedo evitar.
Se me atascan las ideas,
amontonadas
en mi tesoro y me esperan.
Ayer teñí
de color sangre
mis sueños,
y no queda nada sagrado
que me divierta ya.
Conseguiré esa sonrisa
si la puedo comprar.
Será de mis favoritas,
acumuladas
en mi tesoro y me esperan.
Ayer teñí
de color sangre
mis sueños,
y no queda nada sagrado
que me divierta ya.
Ayer teñí
de color sangre
mis sueños,
y no queda nada sagrado
que me divierta ya.