Yo no me di cuenta de que te quería
hasta el mismo dia en que te perdí,
y vi claramente lo que yo sentía
cuando ya no había remedio pa' mí...
Llévame por calles de hiel y amargura,
ponme ligaduras y hasta escúpeme;
échame en los ojos un puñao de arena,
mátame de pena... ¡Pero quiéreme!
¡Mira que te llevo dentro de mi corazón!
Por la salucita de la madre mía te lo juro yo.
Mira que pa' mí en el mundo no hay ná más que tu
y que mis sacais, si digo mentira, se queden sin luz. 1
Por ti, contaría la arena del mar.
Por ti, yo sería capaz de matar...
Y, que si te miento, me castigue Dios:
eso, con la mano sobre el Evangelio,
te lo juro yo...
Ya no eres la misma que yo conocía;
la que no veía ná más que pa' mí.
Y ahora vas con uno distinto cá día
y, en cambio, yo muero de celos por ti.
Claro que, la culpa de que esto pasara,
no la tuvo nadie, nadie más que yo;
yo, que me reía de que esto acabara
y ahora estoy llorando porque se acabó.
¡Mira que te llevo dentro de mi corazón!
Por la salucita de la madre mía te lo juro yo.
Mira que pa' mí en el mundo no hay ná más que tu
y que mis sacais, si digo mentira, se queden sin luz. 1
Por ti, contaría la arena del mar.
Por ti, yo sería capaz de matar...
Y, que si te miento, me castigue Dios:
eso, con la mano sobre el Evangelio,
te lo juro yo...