[ «¡Aquí está tu cartuchito,
muchachito!» ]
En las calles del viejo Managua
Iba un viejecito gordo y chiquitín.
Le decían sólo ‘Tata Bucho’,
Vendía cartuchos llenos de maní.
Con su estampa feliz, borrachona,
Yo lo vide 1 un día frente a la estación.
Con su cara de ángel navideño,
Alegre y risueño, lanzaba el pregón:
El maní (el maní), el maní (el maní),
Marchantilla, aquí va el maní
Marchantilla, aquí va Tata Bucho,
Si quiere un cartucho cómpremelo a mí.
[x2]
(«¿De quién es éste?»)
En los tiempos del deporte grande
Cuando Duncan Campbell pegaba un tubey,
Tata Bucho, por aquellos días,
En las graderías se sentía el rey.
Su figura noble y estupenda
Fue como leyenda del viejo beisbol.
Y por eso con su mercancía
Toditos los días pegaba jonrón:
[Pregón]
Tata Bucho murió hace tres años,
Su estampa de antaño grabada quedó
En mi mente de niño travieso
Como un gran suceso de recordación.
Hoy que voy como un mudo fantasma
Entre los escombros de mi capital,
Me parece escuchar todavía
La sana alegría de aquel pregonar:
[Pregón]
( «¡Aquí está tu cartuchito,
muchachito...!» )
1. yo lo vi