¡Oh! Si tan solo yo fuera tan fuerte
para decirte que aún sigo amándote,
que cada día yo sigo anhelándote,
pero es tan solo cuestión de suerte.
Que cada día y noche pienso en ti,
desde la mañana hasta el anochecer,
pero de ti solo obtengo tu aborrecer
e incluso tú me dices: «jamás te vi»
Pero un día tarde para ti será,
Ya que jamás te volveré a amar,
Ni mis besos los podrás reclamar
Porque mis labios muerto estará.