Te advertí que mi vida no es fácil
y tú contestaste: "No lo es la de nadie".
Qué verdad.
A partir de ese día la apuesta subía
y entrabas directo a matar.
Prometiste no hacerme llorar
pero no lo cumpliste jamás.
No me acordaré de ti cuando acabe esta canción,
cuando dejen de sonar los tambores de la rebelión.
Rebelión.
Rebelión.
Yo pensaba que lo que sonaba era la flauta
por casualidad.
Y resulta que estaban saltando todas las alarmas
al verte llegar.
Tuviste una infancia difícil
y la suerte no te sonríe.
Decidiste pagarlo conmigo.
Adiós pesadilla, tu tiempo termina ahora.
No me acordaré de ti cuando acabe esta canción,
y este día pasará como una exhalación.
No me acordaré de ti cuando acabe esta canción.
Nada volverá a ser igual.
Nada volverá a ser igual.
No me acordaré de ti cuando acabe esta canción,
cuando dejen de sonar los tambores de la rebelión.
Rebelión.