Llévame, al subterráneo,
¿No me llevarás al subterráneo?
¿Por qué, oh, por qué no hay luz?
Y si no puedo dormir, ¿puedes sostener mi vida?
Y todo lo que veo eres tú.
Toma mi mano, perdí donde comencé.
En mi corazón conozco todas mis fallas,
¿Me ayudarás a entender?
Y yo creo en ti
eres mi otra mitad
que tranquiliza y sana...
Cuando duermas, cuando sueñes
estaré allí si me necesitas, siempre que te escuche cantar.
Hay un sol, vendrá, el sol, los escucho llamarme.
Te abracé una vez, un amor aquella vez, y la vida recién comenzaba.
Y eres todo lo que veo...
Y sonaron las trompetas y los ángeles volaron en el otro lado.
Y eres todo lo que veo, y eres todo lo que necesito.
Hay un amor que Dios pone en tu corazón.