Una razón de vida me hizo quererte.
¡Cuántas lecciones tuyas mi alma aprendió!
No sé qué fue lo que hice para perderte,
si ni cuenta me di cuando sucedió.
Hoy mi desilusión se come hasta un cura,
y en mis palabras duras deja el sabor que tiene la
ilusión cuando no madura: ¿cómo se quita eso?
Amor de besos ausentes, que velas mi soledad,
hoy quiero desaprenderte y no se cómo empezar.
Dudo de lo que sé y me engaño a diario
porque adentro te siento viviendo en mí.
¿Cómo olvidarte, si eres mi calendario?
¿Dónde multiplicarme, si no es en ti?
La noche es como un trago que bebo solo,
en las cuatro paredes de mi ansiedad.
Lo que pensé era eterno
duró muy poco: ¿cuándo terminará ésto?
Amor de besos ausentes, acábate de apagar.
Llegué hasta aquí por quererte,
¡ahora te quiero olvidar!