Son las tres en mí habitación.
Tú dormida y enredada en mí.
Yo perdido en la desnudez que guarda tu piel.
Y en tus sueños ya no te alcanzo,
tú viajas a algún lugar
dónde puedo no ser tu dueño
quizá... quizá.
Cuando duermes, ¿dónde te vas?
¿Quién se ocupa de tu soledad?
¿Quién recorre cada rincón de tú corazón?
Di mi nombre con un susurro.
Repíteme que me quieres otra vez.
Dime mi amor
que cuando sueñas tú seguimos siendo dos.
Tú estás aquí al borde de mi piel.
Tú estas aquí, quiero dejarme llevar
y llenarte cada sueño,
caminarte rendida y olvidar que tú
cuando duermes no eres mía.
A las seis el amanecer
deja ver tú cuerpo a contraluz.
Nos buscamos atándonos bajo el edredón.
Y al mirarte las dudas se me aparecen.
Me da miedo pensar que te pueda perder.
¿Qué haría yo si me faltaran
tu almohada, tu voz, tu respiración?
Tú estás aquí al borde de mí piel.
Tú estás aquí, tú me calmas la sed.
Me tropiezo con tus ojos.
Casi abiertos me regalan un poco de tu amor.
Y entre risas dices, "Contigo soñé".
Entra la mañana,
subo por tu espalda.
Besos para desayunar.
Dices sonriendo,
"Sólo tengo un sueño
y es pasarme la vida junto a ti".
Tú estás aquí.