Quédate
y ayúdame a terminar el día.
Y si te parece bien
abrimos una botella de vino.
Quédate a mi lado
y terminemos esa botella,
me gustaría descubrir
lo que hay detrás de esos ojos.
Azul de medianoche que arde como oro.
La luna amarilla comienza a enfriarse.
Me levanto
mirando a través de mis ojos mañaneros,
sorprendido
de encontrarte a mi lado.
Me rompo la cabeza
tratando de recordar tu nombre
de encontrar
las palabras para decirte adiós.
El deber me llama.
Un nuevo día nace.
El azul de medianoche
se oscurece.
Azul de medianoche que arde como oro.
La luna amarilla comienza a enfriarse.