Soy amigo de las flores
ellas me cuentan sus cosas
las margaritas, las rosas
las flores en general.
Hablando con las violetas
me contaron muchas cosas
que entre el clavel y la rosa
hay algo más que amistad.
Las margaritas chismosas
nunca se callan nada,
despiertan de madrugada
nadie las puede callar.
Los jazmines, las magnolias
cantan con sus aromas,
parecen blancas palomas
sólo les falta volar.
Por ahí crece un gladiolo
se parece a una guitarra
que es por el viento pulsada
con sus dedos de cristal.
Hay rosas sentimentales,
ilustres y religiosas,
también están esas rosas
que no merecen vivir.
Esas que quieren herir
cuando uno quiere acercarse,
merecen ir a la cárcel
aunque tengan que sufrir.