Ya amaneció,
las aves todavía no amanecen
y la colcha todavía cubre mi espalda.
Un vació vaso de café
diciéndome: ¡levántate!
pero la almohada todavía cubre mi cara.
Cuando me dejaste
una gran parte de mí murió
me mantengo paciente
afuera me espera la vida
ya no llores más lágrimas
tu oscuridad, en vano
deja pasar las sombras
buenos recuerdos permanecen.
Viene domingo
la cena no esta lista
pero la mesa esta puesta.
El anochecer desvanece
la última luz del día
aún esperan tu regreso.