Para que todos sepan
a quién tú perteneces,
con sangre de mis venas
te marcaré la frente.
Para que te respeten
aún con la mirada
y sepan que tú eres
mi propiedad privada.
Que no se atreva nadie
a mirarte con ansias
y que conserven todos
respetable distancia...
Porque mi pobre alma
se retuerce de celos,
y no quiero que nadie
respire de tu aliento;
porque, siendo tu dueña,
no me importa más nada...
Que marques "sólo mío":
¡mi propiedad privada!
Que marques "sólo mío":
¡mi propiedad privada...!