Soledad, fue una noche sin estrellas
Cuando al irte me dejaste tanta pena y tanto mal,
Soledad, desde el día que te fuiste
en el pueblo sólo existe un silencio conventual.
Soledad, los arroyos están secos
Y en las calles hay mil ecos que te gritan sin cesar,
Soledad, Vuelve ya, aquí estás con tus canciones,
Para siempre los crespones que ensombrecen mi soledad.
Soledad, Vuelve ya, vuelve ya, ¡ay...mi Soledad...!
Soledad, los arroyos están secos
Y en las calles hay mil ecos que te gritan sin cesar,
Soledad...vuelve ya, vuelve ya, ¡ay...mi Soledad...!