Ahora el bosque se mueve por su cuenta,
cien trolls cruzan un río
ningún ruido, ni un susurro se oye
bestias de guerra conducen sobre el río.
Pronto lucharán,
el hacha hacia el cielo ahora se alza,
panico y miedo
ahora los hombres de cristo se inclinan.
En el hocico del Señor Torll se alza ahora una sonrisa
alza su hacha, azota a sus bestias,
los rosotros cambian a ira,
otros a miedo
cuando el ejército troll avanza
en una tormenta de sangre y excrementos.
Así, hombre tras hombre caen
así, sopla un viento de sangre y miembros
pocos de ellos mueren,
trolls que protegen sus hogares.
como un milagro, se encuentran
con el rey del pueblo de Jehova, aquellos que rezan
y el hacha del Señor Troll cae ahora
y con un poderoso golpe, el rey partido en dos.