Sinceridad.
Ahora todo es tan simple
contigo que eres el único cómplice
de esta historia mágica.
Sinceridad,
un elemento imprescindible
para una relación estable
que apunte hacia la eternidad.
Ahora es una relación de verdad,
pero partimos ambos desde cero.
Al inicio había poca razón
en el vórtice de la pasión.
Y hacer y rehacer el amor
por horas, por horas, por horas.
Tener pocas cosas que decirnos.
Miedo y a veces arrepentirnos.
Y yo, con mis cambios de humor.
Y tú, con las mismas historias.
Dejarnos cada dos semanas.
Mentiras para no hacerme sufrir,
pero a veces era mejor morir.
Sinceridad.
Ahora todo es tan simple
contigo que eres el único cómplice
de esta historia mágica.
Sinceridad,
un elemento imprescindible
para una relación estable
que apunte hacia la eternidad.
Ahora parecemos dos amigos.
Ahora nosotros somos felices.
Discutimos, eso es normal
pero luego siempre hacemos el amor.
Hablando de todo y de todos,
hacemos dos mil proyectos.
Tú a veces vuelves a ser niño.
Te abrazo y te mantengo cerca.
Sinceridad,
descubrir todos los lados débiles.
Tener sueños como estímulos
apuntando hacia la eternidad.
Ahora tú eres mío
y también yo te pertenezco,
y mano con mano, a dónde iremos, ya veremos.
El sueño avanza sólo, reina yo y tú rey
de esta historia siempre con final feliz.
Sinceridad.
Ahora todo es tan simple
contigo que eres el único cómplice
de esta historia mágica.
Sinceridad,
un elemento imprescindible
para una relación estable
que apunte hacia la eternidad.
Que apunte hacia la eternidad.
Que apunte hacia la eternidad.