Olvida aquel instante
en que con tanto miedo
te dije temeroso
que había que renunciar.
Nuestro amor es tan grande,
tan grande y tormentoso
que aunque nos cause llanto
es este amor prohibido
nuestra felicidad.
Yo seguiré venciendo
el peligro de quererte,
tú seguirás viviendo
la angustia de pecar.
Es mejor que sigamos
hasta la misma muerte,
es mejor que sigamos,
que sigamos pecando
sin olvidarnos más.
Hay un mundo imposible
que nubla nuestras vidas,
hay un cielo de sombras
que no nos deja luz.
Y a pesar de tus cosas,
y a pesar de las mías,
por sobre todo el mundo,
mi mundo serás tú.
Aunque todos se opongan
tú estarás en mi vida,
tú estarás en la espuma
que en el mar va jugando.
Estarás como estrella
de mi eterna sonrisa
y olvidándolo todo
seguiremos pecando.
Yo seguiré venciendo
el peligro de quererte,
tú seguirás viviendo
la angustia de pecar.
Es mejor que sigamos
hasta la misma muerte,
es mejor que sigamos,
que sigamos pecando
sin olvidarnos más.