Te pueblan tantos ecos y tantos sones
que cuesta imaginarse tu voz primera...
Una cadencia “tana” con acordeones
y la raíz hispana de la habanera.
Quien te fundó sabía que en la mixtura,
acaso encontrarías por elegida
ese crisol de razas y la ternura
que nutriría luego tu propia vida.
¡Ay!... Si te viera Garay
lo bonita que estás,
de orgulloso nomás,
él te funda otra vez. (bis)
Quien inventó tu puerto...
¡Qué bien lo hizo!
Con sus ojos abiertos, mirando al mundo,
fueron las aguas tuyas como el bautizo
para aquellos que anclaban en tu terruño.
En las crecidas rosas de tu progreso
hay un poco de sangre de mis abuelos
que llegaron soñando con el regreso
y eligieron morirse bajo tu suelo.
¡Ay!... Si te viera Garay
lo bonita que estás,
de orgulloso nomás,
él te funda otra vez. (bis)