Si yo fuera amiga del buen Dios
Si conociera las oraciones
Si yo tuviera la sangre azul
El don de borrar y rehacerlo todo
Si yo fuera reina o maga
Princesa, hada, gran capitana
De un noble regimiento
Si tuviera los pasos de un gigante
Convertiría del cielo abatido
Todas las lágrimas en ríos
Y haría florecer las arenas de donde huye hasta la esperanza
Sembraría utopías, doblegarse estaría prohibido
No se desviarían más las miradas
Si tuviera miles y cientos
El talento, la fuerza o los encantos
De los amos, de los poderosos
Si tuviera las llaves de sus almas
Si supiera coger las armas
Al ¡fuego! de una armada de titanes
Encendería las llamas
En los sueños extinguidos de los niños
Llenaría las penas de colores
Inventaría edenes
Para los desafortunados, para los sin estrella, para los don nadie
Pero no poseo más que un corazón hecho harapos
Y dos manos cubiertas de ramitas
Una voz que el viento ahuyenta por las mañanas
Pero si nuestras manos desnudas se reúnen
Nuestros millones de corazones unidos
Si nuestras voces se unieran
¿Qué inviernos se resistirían?
Un mundo fuerte, una tierra alma gemela
Construiremos en estas cenizas
Poco a poco, migaja a migaja
Gota a gota y corazón a corazón
Poco a poco, migaja a migaja
Gota a gota y corazón a corazón