Si Dios me quita la vida antes que a ti,
le voy a pedir que concentre mi alma en la tuya,
para evitar que pueda entrar otro querer
a saborear lo que es tan mío.
Si Dios me quita la vida antes que a ti,
le voy a pedir ser el ángel que cuide tus pasos.
Pues si otros brazos te dan aquel calor que te di,
sería tan grande mi celo que en el mismo cielo
me vuelvo a morir.
Eso es sólo un pensamiento
pues en tu momento de locura me confiesas
que cuando me besas
eres tan mía como la playa del mar.