¿A dónde vamos esta noche?
No has leído el fondo del café.
En la oscuridad está la seda
y en los sueños lo que no existe.
Traigo el mismo perfume que me puse esa vez
cuando todavía la noche era larga, era más lenta.
¿Cuántas vueltas damos antes de una caricia?
He dejado aún más en suspenso el corazón de quien espera.
Cuando entro
en tu mundo se quiebra el pavimento.
Veo fragmentarse cada momento.
No te sé explicar lo que siento,
¡lo que siento!
Cuántas palabras mastico.
Sube la radio al máximo.
Bailar descalzos es un clásico
así como cantar mal.
Incluso la plata se oxida
como una perla en una ostra,
pero un beso es una corriente eléctrica.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda.
¿A dónde vamos esta noche?
Te he buscado mas no sé por qué.
Quizá es cierto, creo confusión, no tienes culpas.
Cada pequeña inseguridad mía se vuelve grande.
Las palabras de amor ligeras como burbujas
y entrelazarnos las manos para decirlas más fuerte, más fuerte.
Cuando entro
en tu mundo se quiebra el pavimento.
Veo fragmentarse cada momento.
No te sé explicar lo que siento,
¡lo que siento!
Cuántas palabras mastico.
Sube la radio al máximo.
Bailar descalzos es un clásico
así como cantar mal.
Incluso la plata se oxida
como una perla en una ostra,
pero un beso es una corriente eléctrica.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda.
Cuántas palabras mastico.
Sube la radio al máximo.
Bailar descalzos es un clásico
así como cantar mal.
Incluso la plata se oxida
como una perla en una ostra,
pero un beso es una corriente eléctrica.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda... seda.
Es un hilo de cobre que se convierte en seda.