¡Qué distintos los dos!
Tu vida empieza,
Y yo voy ya
Por la mitad del día
Tú, ni siquiera vives todavía,
Y yo ya, de vivir, tengo pereza.
Sin embargo,
Cual busca la tibieza
Del sol, la planta
Que enflorar ansía,
Persisto, con afán, tu compañía,
Para que des
Calor a mi tristeza,
Persisto, con afán, tu compañía,
Para que des
Calor a mi tristeza.
¡Qué cerca y qué lejano!
Yo soy el viejo soñador,
Tú, la niña apasionada
Que, cantando a la luz,
Vas como el aire.
Mas, al mirarte cerca,
Me figuro
Que yo soy
Un castillo abandonado,
Y tú, un rosal
Abierto junto al muro.