Si pudiera decir
lo que tu mirada dice
cuando me miras así, cuando me miras así.
Si pudiera coger
la amapola que tú
dejas dentro de mí, dejas dentro de mí.
Si pudiera vivir
donde tu corazón
tiene la llave de casa, tiene la llave de casa,
el mundo sería perfecto,
todo tendría sentido
dentro de ese lugar, dentro de ese lugar.
Dentro de ese lugar, dentro de ese lugar.
Si la nube se fuera
y el sol irradiara
dentro de mi voz, dentro de mi voz,
tal vez yo consiguiera
que mi voz volviera
y hablara de nosotros, y hablara de nosotros.
Si pudiera decir,
decir en secreto
y dejara en el aire, para mí, tu nombre,
yo ya sería feliz
y me dejaría llevar
liberado del miedo de las palabras con hambre.
Liberado del miedo de las palabras con hambre.
Pero por cada mujer
que está hecha sólo de amar
y nació en una flor, en un jardín que cultivas,
hay un hombre cualquiera
que aprendió a hablar
y, muriendo de amor, acabó sin palabras.