Oye, escucha.
Desapareceré de tus ojos, si quieres,
sin hacer ruido en la oscuridad.
Me esfumaré disolviéndome en el cielo,
transportado lejos por el viento.
Saldré por la segunda avenida,
así tú ya no podrás detenerme.
Y lo haré lentamente, sí, no te despertaré.
Así tú no verás mientras me marcho.
Dime sólo que sí.
¡Dime sólo que es lo que quieres!
Si para ti yo ya no existo,
no tiene sentido que me retengas aquí.
Deja ir a este espíritu,
así un día será libre.
Si para ti ya es lo mismo,
tú no puedes bloquearme en un rincón
como un luchador que se queda de pie
pero que sabe que no tiene fuerzas... oh, yeah.
Y no debes decidir tú,
puedo hacerlo yo si me ayudas.
Buscaré mi fuerza con Dios
y con quien acepte tenerme.
Y cada día así no me arrepentiré,
¡si es lo que quieres!
Si para ti yo ya no existo,
no tiene sentido que me retengas aquí.
Deja ir a este espíritu,
así un día será libre.
Si para ti ya es lo mismo,
tú no puedes bloquearme en un rincón
como un luchador que se queda de pie
pero luego cae.
Y aunque hagas falta.
Y aunque yo haga falta.
Y aunque tú no quieras.
Y aunque no quisiera.
Y aunque yo ahí esté.
Y aunque tú ahí estés.
Y aunque te ame, sabes,
por un tiempo me marcharé... ¡lejos de ti!
Si para ti yo ya no existo,
no tiene sentido que me retengas aquí.
Deja ir a este espíritu,
así un día será libre.
Si para ti ya es lo mismo,
tú no puedes bloquearme en un rincón
como un luchador que se queda de pie
mas sabe que todo es inútil.