Señor, perdone mi valor, disculpe ésta tensión
Olvida éstos nervios, no sabe quién soy,
Escúcheme señor, será sólo un momento.
Señor, su hija es todo en mí, la fuerza de luchar,
Tranquilidad o angustia, mi razón de ser,
Por favor señor, no la aparte de mí.
Aún siendo su hija, la vida es de ella, y ella me quiere..
Acuérdese de ayer,
Cuando era usted más joven que también buscó
Rincones escondidos para hablar de amor,
Usted también huía de un señor,
Y debe comprender,
La historia se repite, y su niña de ayer
también tenía un padre que supo entender,
Por eso señor mio.... compréndame.
Señor, es tiempo de aclarar, ya no puedo seguir
Jugando a éste juego que siempre es igual,
Por favor señor, no pretendo enseñarle...