De qué sirve vivir tantos años sin amor
si vivir es juntar desengaños de amor.
Si muriese mañana por la mañana,
no echaría en falta a nadie.
El mío sería un entierro cualquiera,
sin nostalgia, sin luto también.
Nadie telefonea, nadie,
nadie me busca, nadie.
Yo grito y un eco responde: "¡nadie!"
Si muriese mañana por la mañana,
mi falta nadie sentiría.
De lo que fui, de lo que hice,
nadie se acordaría.