Escríbeme
cuando el viento haya desnudado los árboles.
Los demás se fueron al cine
pero tú quieres estar sola.
Tienes pocas ganas de hablar, entonces
escríbeme.
Servirá para que te sientas menos frágil
cuando en la gente encuentres
solamente indiferencia.
Nunca te olvides de mí.
Y si no tienes nada
que decir en particular,
no te preocupes,
lo entenderé.
Me basta con saber
que me piensas al menos un minuto
porque sé contentarme
incluso con un simple saludo.
Se necesita poco
para sentirnos más unidos.
Escríbeme
cuando el cielo parezca más limpio.
Las jornadas ya se alargan
pero no esperes a la noche
si tienes ganas de cantar.
Escríbeme
incluso cuando pienses
que te has enamorado.
Nunca te olvides de mí, de mí.
Y si no sabes qué decir,
si no encuentras las palabras
no te preocupes,
lo entenderé.
Me basta con saber
que me piensas al menos un minuto
porque sé contentarme
incluso con un simple saludo.
Se necesita poco
para sentirnos más unidos.
Escríbeme
incluso cuando pienses
que te has enamorado.
Tú escríbeme.