Cuando tú has partido
me regalaste una rosa,
hoy es triste y marchita
como es mi corazón.
La he bañado de llanto
para darle la vida
pero sólo tu amor
la hará reflorecer.
Escríbeme,
no me tengas más en pena,
una frase, una línea apenas
va a calmar mi dolor.
Será quizás el adiós
que quieres dar a mi corazón.
Escríbeme,
no me dejes así.
No escribes y no vuelves,
te pusiste de hielo,
así pasan los días
sin amor por mí.
Mientras loco te llamo,
quizás otro te dé besos
y sólo yo que te quiero
debo llorar por ti.
~ ~ ~
Es tu madre que me escribe
que te cases con un gran señor.
Este helado adiós
es un insulto a mi amor.
Escríbeme
si feliz eres tú.