Rosina de un verde palmar cantaba feliz,
y un día dejó de cantar, dejó de reír.
Y un guatemalo que estaba en un cafetal,
ansioso le preguntó: ¿Quién te hizo penar?
Y entonces la flor contestó mirando hacia el mar:
quien pierde su corazón no puede cantar,
y el mío se lo llevó un rubio oficial
de un barco de Nueva York que no volverá.
Si un marino gentil te robó el corazón,
para hacerte feliz yo del mío haré dos
si me dices que sí.
Y en un verde palmar entre rosas y flores,
otra vez mi canción brindaré,
cual un himno al amor.
~ ~
Rosina de un verde palmar no sufras así,
olvida del rubio oficial y quiéreme a mí.
Que amor con amor se olvida, ya lo verás,
mis besos y mis canciones te harán olvidar.
Y entonces la flor contestó mirando hacia el mar:
quien pierde su corazón no puede cantar,
y el mío se lo llevó un rubio oficial
de un barco de Nueva York que no volverá.
Si un marino gentil te robó el corazón,
para hacerte feliz yo del mío haré dos
si me dices que sí.
Y en un verde palmar entre rosas y flores,
otra vez mi canción brindaré,
cual un himno al amor.
Otra vez mi canción brindaré,
cual un himno al amor.