Alguien no sabe cuánto está perdiendo;
no mira más allá.
Si cierras los ojos, serás como ellos
y te consumirás.
Sé bien lo que estoy diciendo:
tú vas de ida, yo vuelvo.
Pero no tardes, que espero...
Te espero...
[Estribillo:]
¡Rompamos el hielo!
Empieza tu oportunidad, ah ah...
¡Rompamos el hielo!
No existe la casualidad.
Alguien no ve lo malo de lo bueno,
no vive la intuición.
Si das la espalda a cuanto te ofrezco,
para ti no hay perdón.
Deja que sea tu espejo,
que te atraviese el deseo.
Pero no tardes, que espero...
Te espero...
[Estribillo:]
¡Rompamos el hielo!
Empieza tu oportunidad, ah ah...
¡Rompamos el hielo!
No existe la casualidad.
Eso es malgastar el tiempo:
cuando más se habla,
más se tarda en empezar.
Hablando se complica todo...
¡Comenzó tu suerte
cuando me viste llegar!
[Estribillo:]
¡Rompamos el hielo!
Empieza tu oportunidad, ah ah...
¡Rompamos el hielo!
No existe la casualidad.
¡Rompamos el hielo!
No existe...
¡No! ¡No existe!
¡Rompamos el hielo...!