Dios dé amor y reposo a mi alma
en esta puesta de sol sin fin.
Perdí la emoción, sin embargo no me verás fallar.
Yo soy la decadencia de tu mundo,
soy un eider cubierto en aceite.
Que tengas feliz caza, ser carnívoro de dos caras.
Dime por qué
no hay un corazón llorando.
Cuélgame alto.
La música murió, el amén ya se dio.
Ruego por el beso de la fe.
Se venden un corazón amante y un alma.
Dime por qué...
Déjame en paz
y no me digas más cómo sentirme,
llorar, protegerme del mal.
Déjame en paz;
la enfermedad de las mentiras me está matando
Romanticidio
¡hasta que el amor me separe!
Observa mi ruina a manos de mis propias creaciones.
Déjame en paz...
El Niño Muerto está vivo pero inconsciente.
Necesito una experiencia cerca de la muerte.
El corazón antaño valiente
se ha tornado en piedra.
La perfección, mi mensajero del infierno.
El vino se vuelve agua,
las hogueras se congelan, las cartas de amor arden,
el romance se pierde.
Señor, te pido que este dolor sea un error.
Tortura transitoria, eterna vergüenza
el haber tomado parte en esta partida de ajedrez del Diablo.
Escúpeme, suéltame, líbrate de mí
¡e intenta sobrevivir a tu estupidez!