Se querían desde hacía apenas dos años,
a veces hay felicidad en la tristeza,
pero desde que estaban enamorados
su destino ya no era desgraciado,
vivían con un sueño extraño,
y este sueño era azul como los ángeles,
su amor era una verdadera primavera, ¡sí!
Tan puro como sus tiernos veinte años.
Estribillo:
Es el romance de París,
en la esquina de las calles florece,
e introduce en el corazón de los enamorados
unos pocos sueños y un poco de cielo azul.
Este dulce estribillo de nuestros suburbios
habla tan dulcemente del amor
que todo el mundo está prendado:
¡es el romance de París!
Las afueras eran su verdadero dominio,
hablaban durante el fin de semana,
en el bosque para recoger muguetes
o en un barco para navegar,
también bebían en los merenderos
vino blanco que hace perder la cabeza,
y cuando se daban un beso, ¡sí!
Todas las parejas baliando se decían
(estribillo)
Es aquí donde se acaba mi historioa,
¿Les costaría a ustedes creerme
si les digo que se amaron cada día,
que envejecieron con su dulce amor,
que fundaron una familia admirable,
y que tuvieron hijos adorables,
que murieron suavemente, desconocidos, ¡sí!
marchándose como vinieron?
(estribillo)