No llores por caminos sin recorrer,
no llores por senderos dejados a su suerte,
porque más allá de cada curva,
hay un final largo y deslumbrante,
es el peor dolor que jamás he conocido.
Cede tu corazón que quedó roto,
y deja que ese error siga de largo,
porque el amor que perdiste,
no valía lo que costó,
y a su tiempo estarás feliz de que se haya ido.
No llores por caminos sin recorrer,
no llores por vistas que no se vieron,
quizá tu amor nunca termine,
y si necesitas un amigo,
hay un asiento aquí al lado mío...