Vuelvo a ver tus ojos
de mar transparente
y de risa sincera
en medio de tu gente.
El sol se ha puesto
hace un buen rato ya,
pero queda el aliento
y te escucho hablar.
Pero queda el aliento
y te vuelvo a ver, padre.
Vuelvo a ver de tus manos
el movimiento calculado
sobre un banco de madera
cada vez asestado.
El sol se ha puesto
hace un buen rato ya,
pero queda el aliento
y te escucho hablar.
Pero queda el aliento
y te vuelvo a ver, padre.
Vuelvo a ver tus labios
arrancando el canto
de esa elevada poesía
que te gustaba tanto.
El sol se ha puesto
hace un buen rato ya,
pero queda el aliento
y te escucho hablar.
Pero queda el aliento
y te vuelvo a ver, padre.