En Java había nacido una muñequita
una muñeca tan hermosa que se hubiese dicho
una joya o un juguete
que adoramos y que enloquece.
Un extranjero viéndola al pasar
le dijo: ¡pues ven a París guapa!
¡Los placeres y deseos (anhelos)
te harán reina o diabla!
Riquita, linda flor de Java,
ven a bailar, ven a dar tus besos.
Tus grandes ojos lánguidos embrujan,
tu dulce canto conmovedor nos llama.
Riquita, hermoso sueño de amor,
¡quisiéramos guardarte para siempre!
Y toda la gente de París aclamó a Riquita
vive en la locura de la hostía.
¡Una mirada con sus ojos preciosos
hace de un hombre un desgraciado!
Con todos se compromete pero nunca
su corazón pudo entregarse ni amar.
Se ríe cuando ustedes lloran
¡ Se echa a llorar cuando cantan!
Riquita, linda flor de Java,
ven a bailar, ven a dar tus besos.
Tus grandes ojos lánguidos embrujan,
tu dulce canto conmovedor nos llama.
Riquita, hermoso sueño de amor,
quisiéramos guardarte para siempre!
Extranjero tú que me dijiste que en París
encontraría la felicidad,¡ yo me muero!
¡Conservé la añoranza
del cielo azul de mi país!
¡Ah! cómo me hicieron sufrir sus placeres
déjeme, quiero marcharme o morir.
Esta noche un ángel rubio
me ha cantado su canción:
Riquita, linda flor de Java,
ven a bailar, ven a dar tus besos.
Tus grandes ojos lánguidos embrujan,
tu dulce canto conmovedor nos llama.
Riquita, hermoso sueño de amor,
¡quisiéramos guardarte para siempre!