Pero si es la hermafrodita
Una de los esbirros
Una de los que uno no ve
Una de los que uno no compadece
Una de los que, en la carretera
Se va, cueste lo que cueste
En el carro dorado de aquel que pague
¡Oh! Madame la Reina
Dígame: "¿Qué tiene usted
Bajo sus faldas doradas
Su ropa interior laqueada?
¿Es verdad que nunca
Nadie ha podido ver
Si de hombre o mujer
Tiene usted los atractivos?"
Uno no sabe qué hacer
Para ver la entrepierna de Émilie
Usted no se decepcionaría
No, no se decepcionaría
Pero si Madame Émilie produce olores
Que reaniman los ardores
Que se os suben hasta el corazón
Tanto que, hombre o mujer
Nadie se le resiste
Todo el mundo cae bajo el encanto de Madame Émilie
Uno no sabe qué hacer
Para oler la entrepierna de Émilie
Un olor a canela
Aderezado con alcanfor
Pero Madame Émilie tiene millones de hijos
Calificados de mutantes, a causa de un sexo atrofiado
Y Madame Émilie es pagada generosamente
Por llevar la semilla de esos palos humectados
Uno no sabe qué hacer
Para comprar un hijo de Émilie
¿Es una niño o una niña? Eso,
Nunca lo sabremos
Pero la moda pasa
Y la ambigüedad queda
Y Madame Émilie ya pasó de moda
A la que uno llamaba la Reina
Se vuelto menos que nada
Ella irá a morirse
Esperando lo peor