En el patio,
solía cantar todo lo alto que podía,
encerrada aquí.
Ha sido bastante buena y encantadora,
pero ahora nadie escucha,
ha perdido su voz,
no tuvo elección.
Si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.
Si alguna vez quieres
que alguien te oiga,
si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.
Rodeó la cortina,
sacó la mano del marco,
dejó caer su pelo,
cantó todo el día y nadie vino.
Pero cuando se ponía el sol,
salieron las estrellas,
y las oyó gritar.
Si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.
Si alguna vez quieres
que alguien te oiga,
si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.
Pero cuando se ponía el sol salieron las estrellas,
y las oyó gritar.
Si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.
Si alguna vez quieres
que alguien te oiga,
si cantas alto y claro,
alguien que pase
te oirá, seguro.
No, no puedes tener miedo.