Tú, fuego que quema,
el alma se agita,
tentación pura.
Tú, el fin del mundo.
Te estaba esperando.
Haz de mí lo que se te antoje.
Tú me arrastras como una ola.
Puedes tenerme, puedes matarme
con una palabra.
¡Pero yo no existo!
Tú no me ves, no hablas conmigo.
No sabes nada de mí, de mí.
¡Ja! ¡No existo para ti!
Como un contorno sin materia,
para ti soy quien no existe... invisible.
Podría morirme.
Me enloquece
cómo te mueves.
Tú, desde el aire inocente
en un cuerpo apetecible,
seducción pura.
Tú como un rayo entre las nubes
puedes escaldarme, puedes destruirme
con una palabra.
¡Pero yo no existo!
Tú no me ves, no hablas conmigo.
No sabes nada de mí, de mí.
¡Ja! ¡No existo para ti!
Como el sujeto de un texto nunca escrito,
para ti soy quien no existe... uh, uh, invisible sólo para ti.
¡Ja! ¡No existo!
Tú no me ves, no hablas conmigo.
No sabes nada de mí, de mí.
Uh, uh... invisible sólo para ti.
Nunca me escuchas.
Nunca me miras.
Yo no existo.
Invisible sólo para ti... uh.