Para despertar con mi nombre
la noche me trajo el silencio;
busqué olvidarte, pasar de largo,
borrar el cielo, salvar mi voz.
La noche me muestra el camino
y andando entre sueños la senda
conozco los ríos secretos,
me pierdo en la fértil pradera.
Y supe que nunca estarías,
por ti amé el vacío desierto.
Para despertar con mi nombre
la noche me trajo el silencio.
Tu boca prodigiosa, insaciable,
me pinta flores, y me dice
que sólo hay muerte
en el río profundo
de los malos sueños.
Y supe que nunca estarías,
por ti amé el vacío desierto.
Para despertar con mi nombre
la noche me trajo el silencio.