Ese punto que separa la inmediatez de la codicia.
De la penumbra vigilada desde una red social
¿Dónde quedará mañana el recuerdo de hoy
Si estuvimos preocupándonos de exhibir en vez de vivir?
Busco refugio en el susurro ajeno.
¿Qué puede ser?
¿Qué dirán?
Están locos los que apuntan con el dedo,
Señalan al diferente por no ser parte de su agencia.
Aprietan agendas, como todos los demás,
En busca de un futuro para descansar.
Sigue caminando y no mires,
O a la deriva navegante que te vas.
Malvives en un futuro ideal.
Conscientes e inocentes miran
A ver si un ángel se aparece y suscita un milagro que
Arregle sus vidas,
De hombres sin consuelo.
Orgullo y prejuicio, no siempre todo es bueno.
Alza tus alas y mira,
Al horizonte sin salida.
Algunos nos hablan de miedos y aquí,
Nosotros seguiremos,
Cantando hasta quedarnos sin voz.
Somos esclavos del dinero y la razón,
Estamos atados a una luz que no es el sol
Y seguimos esperando a tener alguien al lado,
No queremos ser carne de cañón.
Ya no nos queda nada,
No hay media naranja,
No tenemos oro y tampoco mansión.
Solo somos almas secuestradas,
Por la guitarra el ritmo y nuestra voz.
Cansado de un mundo de pega,
No cubras tu vida de seda,
No importa que tengas o seas,
Todos seremos ceniza aunque duela.
Intento dejar una huella,
Un himno de fuerza con el que se puede,
Se puede.
¿Se puede querer, querer?
¿Se puede querer, querer?
¿Se puede querer, querer?
¿Se puede querer, querer?