Era tiempo de la primavera
pero el verano era lo que yo quería.
Un vestido blanco sobre piel morena
parecía ser todo lo que yo quería.
Finalmente termina otro verano
pero el otoño era lo que yo quería.
El tiempo preciso para reiniciar.
El aire fresco que deseaba.
Así estuve listo para un nuevo otoño
pero el invierno era lo que yo quería.
Dormir mejor y un buen vino tinto
era sólo lo que yo pedía.
Pero cuando viví el frío del invierno
la primavera era lo que yo quería.
Piernas descubiertas y paseos bajo el sol,
las cosas que esperaba desde un año atrás.
En el furor de la juventud
ser viejo era lo que yo quería.
La experiencia y la autoridad,
la sabiduría verdadera a la que aspiraba.
Pero cuando alcancé la vejez,
ser joven era lo que yo quería.
La inconsciencia de quien puede esperar,
la última petición, mi alivio.
Así pensando en lo que yo perdía
nunca fui lo que yo quería.